Cuba ha construido desde 1906-2011 aproximadamente 1500 embalses, sin embargo, la infraestructura necesaria para su estudio y conocimiento se ha visto limitada por diferentes aspectos, principalmente económicos y además en la existente, se ha reducido a estudios no complejos de la calidad de las aguas embalsadas, principalmente en zonas con ciertas facilidades para el acceso a la toma de muestras para estos fines o aprovechando en ocasiones la existencia de Proyectos Internacionales que han posibilitado un pequeño desarrollo en el conocimiento sobre el tema ecológico de las aguas. Existe y ha existido en todo momento la necesidad de conocer en profundidad las características ecológicas de estas aguas ya que el 70% de estas aguas se dedica a la agricultura, el resto tiene como uso primordial el abasto a poblaciones, un pequeño grupo de estos embalses es dedicado a la generación de energía, aunque posteriormente a esto se distribuye hacia zonas agrícolas, el menor grupo se dedica a los deportes acuáticos, y en general en casi todos se practica la acuicultura extensiva por sus ventajas para la obtención de alimentos.