A través de más de 250 documentos se constata que el edadismo durante la pandemia, fijándonos principalmente en los años 2020 a 2022, ha sido una práctica continua. Los autores, pertenecientes a entidades de más de 30 países, han compartido material suficiente para reflexionar e intentar no repetir errores, al menos no hacerlo igual o peor. El edadismo, antes, durante y después de la pandemia, ha sido, es y será, un serio problema de salud en todas sus esferas y áreas. No solo problema médico es un problema social, económico, ético, político. Acaso olvidamos que todos llegaremos a ser personas mayores con nuestros déficit y nuestra mochila existencial.