Este libro se debe al entusiasmo y a la amabilidad de unos pocos amigos, de un inmudable afecto y a mis Maestros, lo que me parece más que suficiente para entregarlo al lector final tal como es.
Lo hice (que los libros se "hacen", no se escriben) gracias a la lectura de la biografía machadiana "Ligero de equipaje", del inmenso Ian Gibson, pero, sobre todo, a la labor de Jordi Domènech contenida en su web abelmartin.com. Sin su contribución fundamental, nada de todo esto hubiera existido.
Mucho habría que decir sobre la abundante iconografía que acompaña a Antonio Machado en la actual Vulgata de su obra y que contrasta con la inexplicable ausencia de grabaciones de su voz. Pero prefiero que lo que aquí queda contenido y evidenciado hable de por sí a quien tuviera bastantes afecto y amistad para apreciarlo.
Y al cabo, nada os debo.